Publicidad en carreteras

Publicidad en carreteras

Seguramente muchos de vosotros tendréis en la memoria aquellas carreteras plagadas de vallas publicitarias.

Bien, como ya debéis saber, a día de hoy la cosa ha cambiado bastante. Hace 20 años entró en vigor la llamada “Ley de carreteras estatales”. Una de las cosas que marcaba esta ley es precisamente la publicidad en las carreteras, ya que se estimaba que era una cosa que se debía de regular porque resultaba muy peligrosa, porque podía despistar a los conductores (¡supongo que nunca pensaron que en pocos años habría dispositivos gps o móviles que serían mucho!) y además corrompía en cierta manera el paisaje.

Publicidad en carreteras

Ahora que ya han pasado 20 años se puede comprobar que dicha ley solo se cumple a medias, tal como apunta este artículo de ElPaís y en donde se utiliza el ejemplo del famoso toro de Osborne (que consiguió mantenerse pero tuvieron que borrar el nombre de la marca)

Ley en mano, la prohibición de poner anuncios en las carreteras afecta a los tramos interurbanos de las vías estatales, pero la mayoría de empresas anunciantes han ido encontrando huecos para poner dichos carteles de una forma legal. Como los tramos urbanos se encuentran exentos, es muy frecuente ver dichos anuncios en las entradas y en las salidas de los pueblos y ciudades. Además existe otro problema de competencias, y es que la ley está pensada para carreteras estatales, por lo que significa que las carreteras que están bajo jurisdicción autonómica no cuentan. Según el artículo citado anteriormente, el estado solo gestiona el 15% de las carreteras del país (40% más de las autonomías y el resto, diputaciones y cabildos). Algunas comunidades autónomas han hecho o modificado sus propias leyes. En Cataluña, por ejemplo, se permite la publicidad en determinadas zonas de carácter industrial (alrededores de las grandes ciudades como Barcelona, L’Hospitalet o Cornellà).

Por tanto, a la hora de poner publicidad en carreteras debemos fijarnos bien en lo que dice la ley de la zona en dónde nos encontremos. Una vez asegurados de que tenemos los permisos correspondientes, aquí van algunos consejos para que la publicidad funcione:

  1. Mensaje muy claro y muy directo: la gente que pasa por estas zonas son personas que van en vehículos motorizados y no pueden prestar mucha atención a ello. El mensaje que queramos transmitir tiene que ser directo y sin medias tintas, ya que tiene que ser capaz de llamar la atención en cuestión de microsegundos.
  2. Tipografía y color: el mensaje se deberá acompañar de un buen diseño: colores que en la distancia no se solapen y una tipografía clara y grande. No pongáis mucho texto: se trata de poner el mínimo porque sino nadie lo podrá leer. Es mejor poner una buena imagen.
  3. Luminosidad: algunas zonas no están bien iluminadas por lo que cuando cae el sol es difícil que la publicidad pueda ser vista. Si es posible (que no siempre lo es) se puede mirar de poner luz en la propia publicidad.
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