Cómo afectan los anuncios al cerebro

El marketing y la publicidad realizan un trabajo del cual no siempre somos conscientes, pues las imágenes que nos presentan para motivarnos a comprar cierto producto o acceder a un servicio al igual que la manera en la que se nos muestran, generan en nuestro cerebro una estimulación tan importante que llegamos a sentirnos identificados y a creer que realmente necesitamos adquirir lo que nos sugieren.

El cerebro se comporta de maneras insospechadas y esto lo saben muy los encargados de los anuncios, por tanto para activar el comportamiento que desean de los consumidores se cuida cada pequeño detalle hasta conseguir formatos que realmente dejen huella.

La publicidad y el cerebro

Investigaciones a nivel neuronal y sensorial se enfocan en estudiar los estímulos recibidos a partir de los anuncios para dar como resultado que generalmente todo se basa en despertar emociones y una respuesta orgánica en el consumidor.

Lo anterior nos lleva irremediablemente a pensar en si todo se trata más bien de una posible seducción o manipulación, pues se sabe por ejemplo que se eligen grandes equipos para hacer las pruebas necesarias y verificar que la estrategia funcione incluso antes de que esta sea sacada al mercado oficialmente.

La fragilidad de la mente humana

La misma competitividad hace que la publicidad evolucione y los anuncios aunque así lo parezcan no sean un juego, el neuromarketing por ejemplo surge como tendencia mundial y el objetivo no es solo vender, también se quiere crear una buena reputación.

El aspecto visual será siempre en primera instancia el gran enganche para captar la atención del cerebro y permitir que esta información sea almacenada como importante, es entonces cuando a la hora de comprar se piensa en aquel anuncio qué impacto logró causarnos, la nueva publicidad hace que asociemos y que por lo tanto las campañas se entiendan casi que como formas de pensar y ver la vida.

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