Diseño ecológico en mobiliario urbano

Diseño ecológico en mobiliario urbano

Estamos acostumbrados a ver mobiliario urbano en nuestras calles, pero, ¿qué impacto medioambiental y ecológico tiene? ¿Son estos equipamientos sostenibles y respetuosos con las leyes y pensados para hacer un mundo más habitable? Pues la respuesta es que hay de todo: encontramos diseños ecológicos y otros que no lo son, ya sea por el uso de los materiales, por el proceso utilizado en su fabricación o por su función en sí. No es lo mismo por ejemplo un semáforo que funcione con electricidad que uno que lo haga con energía solar, ni tampoco será lo mismo un banco de plástico que uno de madera.

Cómo tener mobiliario urbano más sostenible

Se trata de un compromiso que afecta a todos por igual, tanto a las empresas que lo fabrican o se encargan de gestionarlo como figura intermediaria como los ayuntamientos o instituciones que lo contratan.

En el portal EcoEsMás, blog de arquitectura sostenible y calidad de vida, se dan algunas ideas, pero nos quedamos con una: usar más corcho. Hay un diseñador en Nueva York llamado Daniel Michalik que utiliza este componente natural para realizar piezas de mobiliario urbano de forma artesanal. De hecho el corcho es poco usado en este campo (ya que como os podéis imaginar es un poco vulnerable) pero su flexibilidad permite que se puedan crear formas diferentes a lo que ya existe (y abunda). Tenemos que pensar que el corcho se consigue de forma muy fácil y no repercute en el medioambiente, ya que si lo arrancas de un árbol, al cabo de un año vuelve a tener ya una nueva corteza a punto de ser usada.

El uso de materiales no contaminantes permite que se aprovechen más los recursos naturales y que por tanto no se tenga que crear de cero de una forma totalmente artificial.

Otros consejos:

  • Combinar materiales: entendemos que a veces puede resultar complicado construir todo un mueble o equipo con materiales de este tipo. La solución suele pasar por combinar unos y otros.
  • KM. 0: usar productos de proximidad ayuda a reducir los gastos de transporte y permite que los negocios locales puedan ganarse la vida sin tener que recurrir a multinacionales. Si tenemos madera cerca de donde se vive o se fabrica, ¿por qué comprar en otros países? A veces se deben mirar más cosas a parte del precio.
  • Flexibles, desmontables, adaptables: una buena pieza o mueble es también aquella que puede adaptarse a las necesidades del momento. Que se puedan desmontar o que se puedan adaptar a un espacio será una gran ventaja (ejemplo: que se puedan poner ruedas, rampas, bajar la altura, etc.)
  • Y que sean reciclables: cuando dejan de ser útiles, – ya sea por rotura, desgaste, que se haya quedado obsoleto, etc.- lo ideal sería que se pudieran reciclar para convertirse en nuevos muebles o bien en otro tipo de productos. Para ello se debe evitar al máximo los materiales tipo plástico, porque son los que tienen el índice de reciclaje más bajo.
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