Cuidado con la publicidad engañosa

Cuidado con la publicidad engañosa

A lo largo de la historia de la publicidad hemos ido viendo muchos tipos de anuncio, algunos más veraces que otros.

Hace un par de semanas os hablábamos de la publicidad subliminal como el “arte” de hacernos publicidad de cosas de una forma indirecta y camuflada en otros mensajes. Hoy damos un paso más para hablar directamente de la publicidad engañosa, que sería la que tiene por objetivo principal la de engañar a los consumidores, mostrando unas características o unos servicios que luego no son capaces de llevar a cabo (por ejemplo, juguetes que vuelan, productos milagrosos de dieta, etc.). Se incluye también en el término de publicidad engañosa toda aquella que, aún mostrar beneficios y características reales, se esconden otros datos para que no repercuta en las ventas. Por ejemplo, anunciar un detergente que quita muy bien las manchas pero no contar que huele muy y muy mal, sería un ejemplo de publicidad engañosa. Evidentemente este tipo de prácticas se pueden denunciar.

La publicidad engañosa

Según la Wikipedia, existen muchas formas de publicidad engañosa. Algunas podrían ser:

  • Mensajes con expresiones que pueden resultar ambiguas o desconocidas, pensado sobre todo para que el consumidor se confunda y se piense lo que no es. Ejemplos de ello serían juegos de palabras, utilización de nombres de marca o conceptos muy parecidos entre ellos, etc.
  • Anuncios para incitar a que la persona consumidora tome una decisión rápida, como por ejemplo llamar a un teléfono para ganar un premio, etc.
  • Poner mucha letra pequeña sabiendo que es muy posible que no se la vayan a leer. La idea de esto es cubrirse las espaldas diciendo que tal cosa ya estaba advertida pero sabiendo de sobras que se ha hecho de la manera más disimulada para ello.
  • Omitir datos importantes, como lo que decíamos antes del detergente, por ejemplo. Esta información básicamente se esconde porque saben que la decisión final puede verse influenciada.

Hay ejemplos de anuncios que ya tienen fama de ser publicidad engañosa. Aquí os citamos un par:

  • Perder peso: este es el gran ejemplo por excelencia, ya que además se compone generalmente de dos tipos de anuncio:
  1. Los que sirven para anunciar dietas milagrosas: son los típicos que anuncian sustitutos de comida o vitaminas especiales para perder peso en pocos días o semanas. No solamente no suelen funcionar sino que, además, pueden resultar peligrosos para nuestra salud.
  2. Los que sirven para tonificar nuestro cuerpo: muy comunes en anuncios de tiendas online. Suelen ser aparatos que se utilizan en casa para hacernos perder peso y ganar musculatura. Algunos pueden funcionar, pero no es tan fácil como cuentan. Vigilad.
  • Comida rápida: los anuncios que venden comida rápida están pensados para mostrar un producto más bonito de lo que realmente es: las fotos lo enfocan más grande, más brillante y más apetitoso de lo que realmente es cuando te la dan en el restaurante. En esta línea también es frecuente la publicidad por omisión de datos, ya que generalmente no se cuenta de donde sale la carne o la comida que se ofrece al cliente.
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