Mantenimiento del mobiliario urbano
No hay ciudad o pueblo en el mundo que no tenga mobiliario urbano. Así nos referimos a todas aquellas piezas que se instalan en la calle por la razón que sea: iluminación, limpieza, baldosas o paradas de autobús.
El mobiliario urbano normalmente es instalado por el ayuntamiento correspondiente, aunque a veces lo ponen entidades (con los permisos necesarios) o jurisdicciones superiores al ayuntamiento, como diputación, gobierno, etc. También, claro está, tenemos el mobiliario urbano instalado por empresas que se dedican a ello, normalmente especialistas en saber cuál es la pieza que mejor encaja en cada situación.
El problema de mantener el mobiliario urbano
Una de las cosas que más preocupan a todos los niveles es el vandalismo que se ejerce ante este tipo de objetos. Muy a menudo son objeto de pintadas o roturas, cosa que deriva a que se ensucie la ciudad y que además muy probablemente el objeto quede inservible. Es por esta razón que se debe tener muy presente la continua revisión del equipamiento para asegurase que sigue estando en las mismas condiciones.
Hay dos tipos de revisiones:
- Revisión inicial: será la que se haga una vez instalado el objeto (banco, cabina telefónica, columpios infantiles, etc.). Esta revisión debe confirmar que el equipo está listo para su uso y que funciona a la perfección.
- Revisión periódica: según el tipo de mobiliario, la revisión será antes o después… pero siempre se debe determinar un periodo en el cual se revise dicho objeto. No debería ser nunca mayor a un año.
En caso de que no se pasara la revisión, algunas de las acciones que deben hacerse son:
- Reparación: si se ha roto alguna pieza o falla algún componente, lo que se tendrá que hacer es repararlo para que vuelva a estar como el primer día.
- Arreglos estéticos: aquí en este apartado entrarían todas aquellas acciones que servirían para volver a dejarlo igual que al principio, pero no por causas de rotura o no funcionamiento, sino por haber perdido el color, barniz, quitar pintadas, etc.
- Sustitución de algún elemento: si el mobiliario está en buenas condiciones pero le falla alguna parte, entonces tendremos que sustituirla. Por ejemplo, si a una cabina telefónica le falta uno de los cristales pero sigue funcionando bien, entonces solamente tendremos que cambiar dicho objeto.
- Retirada: el último punto sería ya cuando no hay nada que hacer y se debe retirar dicho equipamiento. Cuando se llega a este punto es porque es imposible de arreglar o sustituir, y sale más a cuenta quitarlo. Suele ser por inutilidad (mobiliario que ya no sirve para cumplir la función por la cual se había diseñado) o por seguridad ciudadana. En algunos parques infantiles se han tenido que retirar columpios por estar en mal estado.
Una ciudad que cuida su mobiliario urbano se hace más apetecible. Normalmente los ciudadanos valoran mucho este tipo de cosas, al igual que la seguridad o la limpieza de sus calles. Hemos de recordar que, aunque haya servicios de limpieza y mantenimiento, cuanto menos se ensucie será mejor. ¡Una ciudad agradable se hace entre todos!
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