Gamificación y publicidad
Alguna vez hemos hablado aquí de la importancia de estar al día con las nuevas tendencias a la hora de preparar campañas publicitarias.
Qué es la gamificación y cómo introducirla en la publicidad
Un ejemplo de ello es prestar atención a la gamificación, es decir, aquellos procesos que parecen juegos (ya sea por el entrono, la dinámica o las reglas del juego) para conseguir que un determinado cliente o usuario haga determinadas acciones.
Pero, ¿realmente puede ir bien para un negocio?
Si se usa bien, sí. En el portal Puromarqueting analizan los motivos por los cuales vale la pena incluir esta estrategia en nuestra planificación comercial.
Se trata de buscar cómo podemos enganchar a nuestros clientes para que nos sigan más como marca, y para ello se necesita un poco de imaginación. Por ejemplo: imaginad que abrimos un nuevo local en un nuevo barrio, pues bien: se pueden poner códigos publicitarios en varias partes de la ciudad (marquesinas, autobuses, vallas, etc.) para despertar la curiosidad y que siguiendo determinadas pistas lleguen hacia allí. O recompensar X visitas con algún servicio exclusivo para que tengan interés en volver.
- Según los estudios realizados, incluir gamificación aumenta la participación de los clientes en casi el 50%. Si hay un motivo para hacer una acción, seguro que hay más tentación.
- Aumenta la fidelización de la marca, pues ellos mismos están más motivados y son más conscientes de la marca en sí.
Las cifras hablan por sí solas: sólo en el año 2012 la gamificación creció casi un 200%. Los clientes suelen entrar en el juego y mejoran la relación que tienen con tu marca y negocio, haciendo aumentar las ventas y creando nuevas oportunidades, incluso captando mejor a los clientes potenciales que, de otra forma, quizá te sería más difícil llegar a ellos.
¿Qué necesitamos?
- En primer lugar, imaginación. Ponerse en la piel del cliente y pensar cuál sería la mejor forma de engancharlo. Para llevar a cabo esta investigación previa, lo más habitual es hacer una lluvia de ideas entre las personas que estén en el equipo creativo de la campaña y luego testear las opciones con personas ajenas a la empresa.
- En segundo lugar, disponer de las herramientas necesarias, ya sea a nivel técnico o a nivel humano. Si queremos desarrollar una aplicación o unos códigos QR es imprescindible contar con personas expertas en este campo dentro de nuestro equipo. También debemos contar con la tecnología adecuada y actualizada.
- Por último, igual de importante, es confiar en una empresa de publicidad para que nos ayude a poner en marcha la campaña. Una parte es todo lo que se ha creado desde dentro, y la otra muy diferente es la puesta en marcha. Debemos pensar si queremos que la publicidad sea en medios de comunicación varia, entornos virtuales o en la misma vía pública. En este último caso, buscar los puntos geográficos óptimos (espacios urbanos, elementos de señalización, etc) para calcular mejor nuestro impacto entre el público.
La combinación de estos tres factores nos puede llevar a buen puerto si sabemos jugar bien nuestras cartas, ¡y nunca mejor dicho!
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