¿Por qué triunfan los anuncios de lotería en Navidad?

Cuando llega la Navidad, en realidad tres días antes del propio 25 de diciembre, todo el país se pega a la televisión, a la radio, o en los años más recientes a internet, para enterarse de cuáles han sido los números premiados en el sorteo extraordinario de la Lotería Nacional, en qué administración de qué localidad caen los premios y, a poder ser, conseguir alguna pequeña suma para «tapar agujeros» o, ¿por qué no?, llevarse el Gordo y hacer realidad aquellos sueños que, digan lo que digan, solo se pueden realizar con dinero.

En realidad la lotería nacional está disponible todo el año, además de otras loterías y apuestas, pero la de Navidad hace especial ilusión y moviliza a un país entero, incluidas aquellas personas escépticas que casi nunca gastan dinero en apostar ni a los números que puedan sacar unas bolas, ni a resultados deportivos ni a las carreras de caballos.

Es una tradición en nuestro país, por Navidad hay que comprar lotería, algo que tiene un peso determinante en la decisión de comprar, pero que también incluye los anuncios televisivos que desde hace unos años son de los más esperados por la gente, en general poco receptiva a las interrupciones publicitarias.

El anuncio de la Lotería de Navidad es publicidad deseada, y cada año nos presenta lo que se podría considerar un pequeño cortometraje destinado a emocionar, quedarse en el recuerdo de la gente durante semanas –o años, y es que cualquiera que piense por ejemplo en el personaje de Antonio recordará todavía el anuncio en el que el protagonista creía que había dejado escapar la oportunidad de ganar el Gordo y el propietario de su bar habitual le había guardado uno- y, por supuesto, llenarnos de ilusión para que vayamos con una sonrisa a comprar algún décimo, a ver si hay suerte.