modernizacion de logos

¿Qué pasa cuando cambiamos nuestro logo?

Seguramente conoceréis muchos casos de empresas y entidades que en un momento dado han decidido cambiarse el logo. Algunas lo han hecho muy sutilmente y apenas han cambiado su estética en 10, 20 o 30 años, mientras que algunas otras han cambiado radicalmente cada 3 o 4 años. Estos cambios a veces responden a necesidades (absorción de la compañía por una empresa mayor, cambio de dueños, cambio de foco comercial, denuncias de la competencia, malas interpretaciones o ambigüedades…) y otras responden simplemente al hecho de querer modernizarse.

Hacer el cambio de la mejor manera posible

Pese a todos los motivos citados hace un momento, normalmente el público lo único que ve es el cambio de logotipo, sin esperar grandes explicaciones por parte de la marca o sin apenas (a menudo) importarle cuales hayan sido los motivos que han llevado al cambio. Lo único que ven es que el logo que identificaba esa marca ha cambiado, y esto nos puede ir a la contra si no vigilamos.

¿Y cómo conseguirlo? ¿Cómo hacer que la gente acepte el cambio con naturalidad? Pues en primer lugar nos lo tenemos que creer e ir todos a una. Los diferentes departamentos de al empresa deben adoptar el nuevo logotipo lo más rápido posible. A veces puede llegar a ser un poco caótico que en una parte salga un logo y en otra parte otro (ejemplo: productos antiguos, cartas con logo viejo, newsletters…).

Todos solemos ser reticentes a los cambios

Es algo inherente al ser humano, por lo que no nos lo debemos tomar como algo personal. Hace poco una conocida aplicación de fotografías para el móvil ha cambiado su logo, y lo ha hecho de la forma más natural posible. Al principio la gente hacía bromas y comentarios negativos con el cambio, pero después de una o dos semanas parece que los usuarios ya se van acostumbrando. Evidentemente hay marcas que necesitan mucho más tiempo para cambiar de logo (y ya no digamos de nombre: ¿cuánta gente aún llama “Comtessa” al helado de chocolate y nata y cuánta gente sigue llamando “Mr Proper” al limpiador?) pero no hay mal que dure cien años.

Resumiendo, estos serían los pasos que más o menos se deberían seguir (y que pueden variar en función de la magnitud de la empresa y la marca)

  • Establecer cuál será el nuevo logotipo (habiendo hecho ya las pruebas previas pertinentes, se entiende)
  • Antes de hacerlo público, empezar a cambiar todo cuanto sea posible de forma interna, para que cuando llegue el momento estemos preparados. Por ejemplo, si dos meses antes debes pedir material de merchandising o material de oficina, hazlo ya con el nuevo logo.
  • Cuando sea el momento del cambio, anúncialo en todos los canales que puedas. Asegúrate que todo el personal de la empresa está al corriente de todo y que ya no van a usar el logo antiguo en ninguna circunstancia.
  • Y por último, escuchar comentarios y estar un poco al caso de los efectos que produce, pero –en principio- sin previsión de nuevo cambio a corto plazo. Este último paso es importante porque aunque no tengas previsto cambiar, quizá hay alguna ambigüedad que se te ha pasado por alto.
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