Las papeleras como elementos del mobiliario urbano

Las papeleras son una parte fundamental del mobiliario urbano de las ciudades. Son esenciales para una convivencia cívica y para la correcta conservación de los pueblos y ciudades. Aunque pueden carecer de prestigio debido a su función y ser relegadas a un segundo lugar, su vital importancia las convierte en uno de los elementos del mobiliario urbano más común (podemos encontrar varias en cualquier calle de cualquier ciudad) y en uno de los elementos urbanos en los que más dinero público se gasta, no sólo por su diseño y ubicación, sino también por el continuo mantenimiento y vaciado y limpieza que precisan.

Las características básicas de una papelera pública han de ser la resistencia y duración a cualquier desecho que se puedan depositar en ella (líquido o solido) y es por ello que es importante el material con el que van a ser producidas, en general se procura que sean de un material metálico (hierro, acero inoxidable, aluminio…) por su gran resistencia a golpes, al peso pueden llegar a soportar y a altas temperaturas, o bien, menos común: madera (aunque ésta requerirá un tratamiento para resistir el estar expuesta a la intemperie y otro para que adquiera características ignífugas) o plástico (aunque éste tiene menos resistencia ignífuga).

Una papelera pública también debe contar con una altura adecuada para que el transeúnte tenga fácil acceso a ella, entre 60 centímetros y 1 metro, y que los servicios de limpieza públicos que puedan realizar la retirada de desechos. Además, al ser productos de los que se ha de fabricar gran cantidad y en serie, han de resultar económicas tanto en diseño como en producción.

Aunque el comportamiento cívico respecto nuestras ciudades obviamente es responsabilidad de cada uno de los ciudadanos y de su predisposición a ello, la buena ubicación, diseño y disposición de las papeleras en el entorno público es algo básico para motivar al ciudadano concienciado.