Accesibilidad en el mobiliario urbano

Si hay un tema pendiente con el mobiliario urbano es, seguramente, el relacionado con la accesibilidad. En una ciudad, sea grande o pequeña, hay muchas personas que requieren que se piense en ellas cuando se diseñan infraestructuras urbanas, como por ejemplo discapacitados físicos, gente mayor, mujeres embarazadas, niños y niñas, etc. Cuanto más se piense en ellas a la hora de diseñar planes urbanos, más y mejor será el nivel de accesibilidad en esa ciudad.

La accesibilidad urbana: tarea pendiente

Aunque lo tachemos de tarea pendiente, lo cierto es que ya se han llevado –y se están llevando- muchas acciones en este sentido. Para hacernos un poco a la idea, repasaremos las más comunes:

• Rampas de acceso a autobuses y otros medios de transporte público: en muchas paradas de autobús se han habilitado rampas para que sea más fácil acceder a ellos. Aún hay mucho que recorrer en este sentido, pero parece que los pasos son en firme. Lo mismo pasa con el metro: para empezar, se intenta que todas las paradas tengan acceso con ascensores (cosa muy conseguida en nuestro país pero que aún está muy mal en según qué ciudades internacionales en donde el metro es muy viejo), y también en el andén hay rampas para que sea más fácil subir.

• Aceras con pendiente: son muchas las personas que no se dan cuenta, pero una acera representa un problema si ésta no se encuentra adaptada, pues puede provocar caídas y accidentes.

• Escaleras mecánicas: y no solamente para acceder a supermercados o grandes superficies comerciales. En algunos barrios de algunas ciudades, como por ejemplo el Carmel en Barcelona, se han habilitado este tipo de escaleras para que subir la calle no sea tan difícil. En zonas donde el desnivel es muy alto, se agradecen mucho estas ayudas.

• Señales acústicas en semáforos: este es ya un clásico, pero ayuda a las personas que sufren baja o nula visión. Un leve pero insistente pitido ayuda a que las personas ciegas puedan saber si el semáforo está en verde y por tanto, pueden pasar sin peligro.

• Cabinas telefónicas, fuentes de agua y demás: la posibilidad que un elemento tenga versión “más baja” para personas que van en silla de ruedas es una opción muy usada. Ya vimos hace tiempo como algunas cabinas telefónicas se adaptaban a las necesidades de estas personas y como por ejemplo las fuentes de agua también lo hacen. Este último hecho está también pensado para niños y niñas, para que puedan llegar a la altura si tienen sed.En muchos parques infantiles, además, se han instalado columpios para menores que necesitan alguna atención especial, como estos que comentan en este blog.

Se trata de una responsabilidad compartida, ya que por parte de todos es muy importante que no se ocupen por ejemplo plazas de discapacitados cuando vayamos a aparcar con el coche (aunque solo sea una pequeña parada) o no ocupemos innecesariamente espacios destinados para ellos. Entre todos podemos hacer una ciudad más accesible y adaptada a todos.