Parques infantiles
Unos de los puntos neurálgicos en cualquier ciudad son los parques infantiles. En él se reúnen niños y niñas de todas las edades, generalmente con sus progenitores o personas que les tengan al cargo durante aquellas horas.
Al ser espacios tan transitados y con un público tan especial, toda medida de seguridad es poca, por lo que diseñar mobiliario urbano para este sector es todo un reto que debe, además, combinar con un diseño atractivo y agradable para el público en cuestión. ¡Y ya sabemos que el público infantil suele ser muy exigente!
¿Qué debemos tener en cuenta?
- En primer lugar, las normas de seguridad. Los columpios que decidamos poder deberán cumplir la normativa que les corresponda para asegurarnos al máximo posible que ningún infante sufrirá accidente alguno. Normalmente esta normativa hace referencia a los materiales, la pintura usada, los acabados, etc. Antiguamente la mayor parte de estos parques tenían elementos de hierro con acabados cortantes, pero hoy en día estoy ya ha pasado a la historia y son pocas las ciudades que aún los mantienen así.
- Variedad: hay que tener variedad para que pueda gustar a un máximo de personas. Con esto nos referimos a que no basta con que haya un solo tobogán o un par de columpios, sino que debemos incluir el máximo de piezas siempre y cuando ello no comprometa los espacios de seguridad entre objetos ni pueda perjudicar el aforo total del espacio. También aquí juega un papel muy importante el Ayuntamiento o la administración/entidad que nos haya contratado, ya que si el presupuesto es bajo será difícil incluir muchas cosas.
- Diseños atractivos: como ya hemos dicho antes, los niños suelen ser exigentes cuando se trata de cosas que son para ellos. Lo ideal sería poder utilizar colores muy vivos o incluso simular algunas cosas como casas, un barco pirata, etc. Estos pequeños detalles ayudan a desarrollar la imaginación y el juego.
- El entorno: el lugar en donde se emplace el parque también será importante, y deberemos velar para que se encuentre siempre bien cuidado. Una cosa que se suele hacer a menudo es cerrar el parque con una pequeña valla o con unos arbustos. Es simplemente una medida para delimitar la zona y dejar bien claro que ese espacio es para el disfrute de los niños y niñas.
- Áreas de descanso: todo humano tiende a cansarse cuando lleva mucho rato con determinadas actividades, pero también hay que tener en cuenta aquí a las madres o padres que vienen con ellos. Olvidarse de los bancos o sillas puede ser un error bastante grande. En la misma línea debemos pensar también en las fuentes de agua: siempre que sea posible deberemos incluirla, pero si no es posible, debemos hacer notar al consistorio que cerca de allí debería haber una fuente. Resulta casi imprescindible, pero es que además es una garantía de que ningún niño o niña sufra alguna deshidratación (sobre todo en verano) o incluso pueden ayudar a curar pequeñas heridas, para limpiar la zona afectada.
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