Psicología publicitaria

Psicología publicitaria

Una de las ramas en las cuáles se divide la Psicología es la “psicología publicitaria”. Normalmente su objetivo es poder determinar cuales son los efectos que la publicidad causa entre las personas, ya sean buenos o malos.

Estrategias de la psicología publicitaria

Tal como se puede leer en éste blog, este tipo de psicología se basa en una serie de estrategias publicistas y en función de ellas analiza los efectos. Estas estrategias son:

  • Mecanicista: es cuando un anuncio usa repetición continuada (de forma mecánica) para imponer un eslogan o una marca. A fuerza de repetir se consigue que el cliente interiorice el mensaje o la marca y acabe, quizá, por comprar ese producto.
  • Persuasiva: en vez de anunciar de forma directa, lo que hace es mostrarnos información puntual y excepcional del producto: aquello que lo hace diferente del resto. En esta estrategia la intuición juega un papel muy importante
  • Proyectiva: se trata de una estrategia basada en la cultura del receptor y su modo de vida.
  • Sugestiva: para que esta estrategia publicista funcione, el anunciante usa elementos como el miedo o la angustia para poder calar más hondo en la mente del público potencial.

A parte de las estrategias, en la psicología publicitaria intervienen otros factores, como por ejemplo las características del anuncio (los productos, los actores escogidos, el color, la música, etc.), la repetición (tanto en número de veces como en múltiples formatos o canales: si vemos el mismo anuncio en la calle y en la televisión nos llegará más), el precio, etc.

Analizar todas estas características es básicamente la función de los psicólogos publicistas. Con sus resultados se pueden llegar a determinar porque por ejemplo dos campañas muy parecidas pueden tener resultados muy diferentes.

Por último, entraría también en este campo toda la simbología de los colores. Como sabéis, hay colores que transmiten unas sensaciones diferentes y conocerlo ayuda a analizar mejor el anuncio o la campaña en cuestión. Os mostramos algunos ejemplos, aunque para analizarlo bien se debería ver el color que los acompaña en la campaña:

  • El blanco, por ejemplo, se vincula generalmente a limpieza y desinfección (muy frecuente en anuncios de productos de limpieza) pero también simboliza el vacío. Una habitación blanca con una sola persona en un pequeño plano puede designar soledad.
  • El rojo como ya sabemos es un color pasional. Su intensidad nos puede ayudar a activar la mente ya que hace que nos fijemos más en un determinado objeto.
  • El amarillo, al igual que el rojo, puede llegar a resaltar mucho. Es el elegido en muchas tipografías y en carteles de ofertas y promociones. Normalmente se vincula con la luz y la alegría.
  • El azul puede ser muy diferente si se trata de azul cian o de azul oscuro. En todo caso al vincularse con el agua y el mismo cielo, aporta frescura y calma. Según el artículo mencionado anteriormente, muchos expertos en este campo lo denominan “sedante” visual.
  • Por último nos quedaría el verde (entre muchos otros que no hay espacio para citar). Sin duda alguna el verde es el color de la naturaleza y la pureza.
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