La publicidad subliminal

Aunque la mayoría de veces no seamos conscientes de ello, mucha publicidad que vemos tiene algún mensaje subliminal.

Qué es la publicidad subliminal

Se entiende por publicidad subliminal aquella que no percibimos de forma consciente pero que por alguna razón u otra si que hace mella en nuestro subconsciente. Históricamente se han dado muchos casos y se han llegado a modificar muchos patrones de conducta, como por ejemplo tener aversión a determinados objetos u animales, consumir determinados productos, etc. Según numerosos estudios sobre el tema, la publicidad subliminal puede llegar a funcionar muy bien si se hace de forma correcta.

A día de hoy, la Ley General de Publicidad publicada en 1988 indica claramente que la publicidad subliminal es una práctica ilícita, y en algunos países incluso está penalizado. En la Unión Europea misma se ha intentando prohibir varias veces, y Noruega por ejemplo ya tiene sus propias sanciones para este tipo de prácticas.

Un poco de historia

Todo se supone que empezó en la década de los años 50 y en Estados Unidos: James Vicary intentó colar un par de fotogramas por minuto de una marca concreta, que algunos apuntan a que era Coca-Cola. No se sabe mucho a ciencia cierta si el experimento se llegó a realizar, puesto que son muchas las voces que se alzaron posteriormente anunciando que solo fue una idea.

Desde entonces se han hecho muchos estudios para comprobar la autenticidad de la teoría, y la disparidad de los resultados ha hecho que hayan creado opiniones a favor de su funcionamiento y en su contra.

¡Seguro que hemos visto algún anuncio subliminal alguna vez!

Si ponéis en un buscador de imágenes la palabra “anuncio subliminal”, os daréis cuenta de la gran cantidad de ejemplos que existen. Algunos incluso se confunden con mensajes secretos que los productores utilizan para hacer un guiño con el espectador o el consumidor, como por ejemplo referencias sexuales en las películas Disney, un clásico (¡y que alguna tuvo que incluso ser retirada!)

Si hondamos un poco más en la historia podemos ver casos muy claros que han sido ya denunciados, mayormente por su fuerte carga sexual. Veamos un par de ejemplos:

– La marca Puig y su anuncio de Vetiver, en donde se veía a una modelo en una piscina que sacaba un brazo y que, a través de un juego de sombras se podía ver claramente que el brazo iba directamente a la entrepierna de un hombre. Tanto la modelo como la marca en sí perjuraron que todo había sido fruto de la casualidad.

– También se acusó a la empresa Coca-Cola por haber creado botellas que asemejaban un cuerpo femenino. Ante estas duras críticas la empresa respondió que el principal objetivo era buscar un diseño que se adaptara bien a la mano para poder ser agarrada sin problemas.

Estos son dos casos, pero la verdad es que hay mucho más. El mundo de la publicidad nos ha dado muchos ejemplos y simplemente buscando un poco se pueden ver cosas sorprendentes. Lo más seguro es que, cuando lo veas, pienses: ¿Cómo no lo había visto antes?