Greenvertising o la publicidad ecológica

Greenvertising o la publicidad ecológica

Vivimos en una sociedad cada vez más preocupada por los valores ecológicos y la sostenibilidad: cada vez hay más personas que están tomando conciencia de ello y que se apuntan al carro del reciclaje, la reutilización y el consumo colaborativo. Y la publicidad no ha quedado al margen: la llamada “greenvertising” es lo que vendríamos a traducir como “publicidad verde”, es decir, aquella que se preocupa por todos estos valores que hemos mencionado.

La publicidad verde y sostenible

Se trata de un concepto muy amplio y que puede abarcar muchas prácticas distintas. Un ejemplo, tal y como podemos ver en la web de marketingdirecto, son las empresas que fabrican coches: apuestan por mostrar que cada vez consumen menos y que respetan más el medioambiente para poder así captar a más compradores o interesados en el producto.

En esta misma web se describen dos tipos de consumidores: los “light green”, que serían los que se han apuntado a la moda ecológica recientemente (es decir, personas que nunca habían estado demasiado preocupados por ello y que ahora l están descubriendo) y los “greenies”, que serían los verdes de toda la vida y los que tienen  una mayor conciencia por el tema. La mayoría de consumidores son del tipo uno, pero sí que hay un porcentaje alto de greenies a quien debemos lanzar de vez en cuando mensajes mucho más específicos.

Inconvenientes

Este tipo de productos y su publicidad conllevan varios problemas. Citamos aquí tres:

  1. En primer lugar, suelen resultar un poco más caros. Cuando se fabrica un producto siguiendo unas pautas ecológicas y sostenibles, el proceso a menudo se encarece, por lo que el consumidor final debe pagar más por ello. Muchas personas aún no son conscientes de que este incremento representa una mayor calidad. A parte de esto, la idea general que se tiene es que los productos ecológicos son más caros, por eso ya muchas veces ni se miran. El reto de la publicidad es saber vender esto para que la gente se interese por ello y sea capaz de pagar un poco más por conseguirlo.
  2. Hay algunas empresas que falsean esta información y simulan vender productos verdes cuando en realidad no lo son. Hace poco hemos visto todos un ejemplo: la empres Volkswagen ha sido descubierta vendiendo coches con un tipo de motor que no es lo que decían que era. Esto ha supuesto un gran problema para ellos, ya que han perdido la confianza de muchos de sus clientes.
  3. También hay mucha hipocresía empresarial: algunas empresas ofrecen productos verdes (y que realmente lo son) pero luego en su día a día no aplican medidas sostenibles para llevar a cabo el trabajo. Es decir, que venden productos que son ecológicos pero luego no aplican ninguna medida de producción asociada a estos valores.

Si os fijáis a partir de ahora veréis que hay mucha publicidad enfocada hacia este sector, ya sea ofreciendo un producto totalmente verde o bien destacando alguna característica sostenible del producto o servicio que se ofrece.

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